BUENOS AIRES.- El juego y las mujeres le hicieron perder la cabeza, al punto de que se "hizo el secuestrado" para obtener dinero. Las cosas no terminaron bien para Marlon Parra Salazar, un contador mexicano que estaba en Buenos Aires por trabajo, quien ahora es investigado por el delito de extorsión.
El 29 de febrero, a las 21 el apoderado legal de la empresa mexicana M-3 se presentó en la Comisaría 15ª para denunciar que Parra Salazar -quien había viajado por negocios a nuestro país unos 15 días antes- había sido víctima de un secuestro.
Según la denuncia, que publicó el diario Perfil, los captores enviaron un mail desde la casilla del contador a la sede central en México reclamando una recompensa de 15.000 dólares. Casi de inmediato, la empresa giró a la cuenta de la víctima un anticipo de 20.508 pesos.
El "secuestro", sin embargo, no se sostuvo por más de unas horas. La División Antisecuestros de la Policía Federal inició tareas de inteligencia en el hotel Carlton, ubicado en Libertad 1180, donde estaba hospedado el mexicano, y desde allí se siguieron los pasos de Parra Salazar.
Al poco tiempo, encontraron las pruebas en las cámaras de filmación del casino flotante de Puerto Madero, donde se lo veía jugando. Más tarde lo vieron llegar al hotel donde se hospedaba acompañado por dos prostitutas de lujo.
Al descubrirse la maniobra, el contador Marlon Parra Salazar, soltero, de 28 años, dijo que se trató de una broma. La Justicia no le creyó y ahora se lo investiga por el delito de extorsión.
Los empleados del hotel dieron la primera pista que generó las dudas iniciales sobre el presunto secuestro. Comentaron que Parra Salazar había salido en un taxi rumbo al casino flotante de Puerto Madero. En la sala de juegos, la policía pudo averiguar que el mexicano llegó pasadas las 19 y se retiró a la 1.30 de la madrugada, luego de haber cambiado un total de 15.000 pesos en fichas.
Las filmaciones de las cámaras de seguridad del lugar lo muestran sonriente y acompañado por dos hombres que se desconocía en ese momento quiénes eran.
Sorpresivamente, Parra Salazar volvió al hotel a las 5.30 acompañado por dos hombres y dos bonitas mujeres con quienes entró a la habitación. A los pocos minutos, la policía tocó su puerta y fueron todos detenidos.
Una vez descubierto el falso secuestro, se supo que el mexicano, luego de jugar varias horas en el Casino, partió con los dos hombres de nacionalidad colombiana a los que había conocido días antes a un prostíbulo vip de la calle Junín al 1.700, en Recoleta.
Las dos chicas demoradas, ambas de nacionalidad paraguaya, declararon que los tres habían estado en el local, que las invitaron a tomar “la copa obligatoria”, y que luego el mexicano pagó por sus servicios sexuales, por lo que todos fueron hacia el hotel donde se alojaba. (Perfil.com)